¿Por qué no?

Viraje Vol. II

Camino solo, dependo de mi mismo, no hago caso de lo que dicen los demás, pues no por ser una mayoría tienen más razón. Mis métodos son solo míos, lo que hago solo responde a una única idea: que me da la gana.

Podría estar haciendo algo mejor de lo que hago, pero entonces no sería yo mismo, y nadie me asegura que haría algo mejor de lo que estoy haciendo ahora.

Nadie tiene la regla útil, la norma para tasar lo correcto, lo prefecto, lo ideal. Hay millones de maneras de actuar y no siempre la lógica es la idónea.

Hablando de hacer, hablo de pensar, ser, actuar, sentir, razonar...un ser tan artificialmente acostumbrado a pensar, vivir y ser, como el humano, no tiene porqué ser lógico. Lo que hace, no tiene porqué tener unas lineas generales con las que regirse.

Todo lo que haces, todo lo que nace de ti, de tu libre pensamiento, opinión, percepción o todo lo que se te ocurre, después de haber sido razonado y valorado por ti mismo, no tiene porqué ser menos bueno que lo que te viene impuesto.

La libertad no debe ser coartada por las mayorías.

Viraje

"Una dura tormenta puede hacer cambiar de posición piedras y montañas que nunca se han movido de su lugar. Imagínate lo que puede hacer una dura vida".

La falsa sonrisa circunstancial de los hipócritas es despreciable, como interesarse por la vida de otros o recibir interés, por mera cortesía. ¿De qué sirven los lazos forzosos creados por la casualidad del momento? Encontrarse en el mismo lugar y vivir las mismas experiencias no te hace ser más íntimo, ni tiene porqué crear amistad.

Cansado de huir del redil, buscando la utopía de la tolerancia y la independencia de los creados por la tradición y la costumbre, no se puede ser como uno piensa, ni hacer lo que uno querría. Puedes pensar en la realización personal y social como una excusa para huir de tu responsabilidad. La conducta social es una mera deshumanización de uno mismo.

Cada uno se concibe como una parte de un todo, un grano de arena, un miembro más del rebaño. Pero: ¿Por qué el deseo de la similitud tiene que imponerse sobre las ganas de volar y ser un viajero que busca ser auténtico, un miembro único en peligro de extinción, forjado por un único molde y feliz como uno mismo?

La búsqueda hambrienta de uno mismo y de ser como se piensa es parte de la naturaleza del individuo. ¿Por qué hay que aceptar lo que te viene dado? ¿Por qué hay que rechazar la teoría de la relatividad, si fue creada tan libremente por aquellos que la rechazan? ¿Donde está el místico corrector que te dicta lo que está bien y lo que está mal?

Y lo más importante de todo: ¿Por qué algo creado por un ser acostumbrado a equivocarse debe ser fielmente aceptado por los que no están preparados para pensar por sí solos? ¿Está todo pensado?

Odiando a los que tu libre sentimiento rechaza, deseando que dejen de existir los estúpidos pensamientos de los que no crees que merecen tu respeto, porque ellos no te lo dan a ti ¿por qué hay que perdonarlos? No debería haber nada de malo en desear la desaparición de los que no te hacen feliz. ¿No es la vida la búsqueda de feliciadad? Pues desearé la destrucción y desaparición de lo que no me hace feliz y la conservación de lo que si. ¿No es esta una lícita y aplastante tautología?

No hay que malgastar el esfuerzo en mantener la sonrisa ante todo lo que te rodea, pues la apariencia no es más que una estúpida incredulidad.