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lunes, 2 de febrero de 2009

Punto de vista

En los acontecimientos sociales mandan las formas, las buenas conductas tradicionalmente consideradas y los modales respetuosos. Cuando te enfrentas a un encuentro con alguien que sabes que no es de tu calaña, no comparte tus intereses, tus aficiones, tus gustos y sobre todo, tu forma de ver la vida, de opinar sobre los asuntos del mundo, sabes que te expones a un cara a cara con alguien con quien difícilmente te llevarás bien.

¿Por qué vas a mostrarte simpático con alguien que no es de tu bando? Sabes que a poco que hables con esa persona no vas a coincidir en nada, que no será una conversación agradable. A veces hay que pasar por ese trago por motivos personales, de trabajo o clase. Pero cuando te muestras en otra situación y no te sale la amabilidad, ¿por qué hay que forzarla? ¿para mantener las buenas formas y apariencias? ¿para ser simpático y sincero?

¿Y si no eres simpático con quien sabes que no es como tú? ¿y si esa simpatía solo depende de un punto de vista? De tu punto de vista, de la simpatía hacia los que piensan como tú. Los que son como tú.

No hablo de razas, religiones, fronteras, naciones ni banderas, hablo de pensamientos y puntos de vista. De convivencia y coincidencia. Puedes convivir con alguien que te respeta aunque no sea como tú, pero sabes que no puedes con alguien que sea contrario a ti.

Viraje Vol. IV